Por miles de años el oro ha sido uno de los símbolos máximos de poder y riqueza, un metal precioso de color amarillo dorado que ha sido el objeto de deseo de millones de personas en todo el mundo desde su descubrimiento, pero no muchas personas conocen sus propiedades místicas y protectoras derivadas de creencias que han traspasado épocas.
El oro como metal, es un elemento maleable con el que la creatividad de las civilizaciones antiguas han podido traspasar los años, dejando evidencia de su existencia y esplendor en las paredes de edificios como iglesias, utensilios y objetos de adoración, joyería y sobre todo como moneda de cambio, pero también ha servido como amuleto contra fuerzas invisibles y malignas.
Su atractivo más peculiar es el brillo color dorado de su propia naturaleza como metal y esta propiedad ha hecho que desde la antigüedad se le relacione con los rayos del astro rey y su energía cálida.
Hubo personas denominados alquimistas que trataron de crear oro a partir de otros elementos combinados, debido a lo codiciable que ha sido este metal.
Dentro del mundo esotérico, el oro ha sido objeto de adoración, los celtas consideraban el oro como un metal con propiedades mágicas, por lo que lo usaban junto con otros ingredientes como el muérdago para potencializar el poder de sus conjuros.
Su propiedad esotérica no deriva de su valor monetario sino por las características energéticas que tiene este metal, tan así que es usado desde la antigüedad en rituales como casamientos.
Otra de las cualidades atribuidas al oro desde el punto de vista esotérico es la de ser un agente transmutador de energías, es decir, una especie de filtro que convierte o transforma las vibras negativas en positivas por lo que desde épocas muy remotas se ha usado en diversas partes del cuerpo no solo como decoración sino como “escudos contra la negatividad”.
Algunos reyes consideraban que portar muchos objetos de oro les protegía contra la demencia, por lo que sus atuendos estaban atestados de joyería de oro y hasta sus prendas de vestir bordadas con piezas que contenían este material; los marineros se conseguían también aros de oro para evitar ser víctima de una desgracia en el océano, todo esto era parte de sus creencias.
Actualmente, las creencias siguen proliferando en cuanto a las propiedades de protección de este metal, por lo que en diferentes países y culturas usan objetos de oro para protegerse de mal de ojo, espíritus, vibras, etcétera.
Los amuletos pueden variar desde crucifijos cristianos, anillos de oro con las iniciales del portador, arracadas, símbolos al cuello y pulseras.
¿Cómo usar el oro para protección?
Se dice que para poder usar un objeto de oro como amuleto de protección primero hay que purificarlo. Esto debe hacerse con el agua de un río o arroyo, que no sea agua salada.
Para darle energía (energizar) al amuleto, debe exponerse este a los primeros rayos del sol durante media hora (en el amanecer).
Se dice también que usar un objeto de oro en zonas donde se tiene una enfermedad puede contribuir a la sanación.
En algunos rituales, el oro es usado para atraer la prosperidad o la abundancia material. Se le usa simbólicamente en objetos dorados en fechas especiales, comúnmente al inicio de un nuevo año.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentarios