Cuando cayó una estrella...
Me detuve en un instante crucial
cuando la estrella de un cielo oscuro cayó.
(Corrí para verla rayando la noche)
Ella esperó ver mis ojos también.
No pensé mucho en el deseo,
quería que todo quedara concertado
como un pacto entre ella y yo.
Así le hablé a la estrella
que rasgó la noche con su esplendor...
-Dame luz, dame felicidad, ayúdame
a que estos sueños se hagan realidad,
pesadillas ¡no más...!
Mala suerte jamás.
Mi voz no escuchó la estrella,
sin oídos y sin vida propia.
Mi ilusión alimentaba su luz
que brillaba más con el deseo de mi corazón.
El deseo de que todos mis sueños
comenzarán a realizarse antes de
que un amanecer distinto para mi
borre hasta el brillo de mi más ínfimo deseo.
Entonces,
cuando ella desapareció del cielo
cuando parecía que ese era su final
cayó un trozo de estrella y se instaló en mi pecho
y comenzó a crecer...
Así empezó un sueño...