Soy testigo de una verdad única en un mundo incrédulo.
Es duro estar así.
Sigo siendo la mala persona, la fuerte,
la que permanecerá hasta el fin.
La humanidad me juzgará por esa porción de verdad.
Estoy sola con ella.
No estás para defenderme, para justificarme,
para apoyarme, para creer en mi.
Soy una parte de esa verdad,
la otra mitad está donde tú estás.
Nadie creerá en mi con lo poco que poseo,
pero lo que tengo es verdadero
aunque solo esté dentro de mi,
intangible,
incuantificable.
Eso que me has dejado sigue dándome vida,
aunque no sea posible verlo y tocarlo
y aunque nunca quede ni una mínima evidencia
más que mi solitaria presencia
en un mundo que pide a gritos
las pruebas de este amor que me tienes.
Que digo y repito silenciosamente cada día hacia adentro,
donde el alma sí escucha,
donde vives ahora,
donde late tu corazón,
donde tu aliento hace vibrar mi piel,
donde tú te quedaste cuando abandonaste a los demás:
sigo creyendo en ti.
....XY...