A veces
A veces empiezo así
Miro lo potencialmente amable por mí
Y amo por un instante lo que veo
Juro que amo con un sacrificado reojo
Que desaparezco
Porque de frente no me atrevo
Es prometedor entre mis labios
Como la saliva de un perfecto deseo
Trago y me volteo a ver el sol
Que me ilumine
Y que me caliente
Porque muero del frío que me arropa tener que hacer como que no existe lo que veo
Porque he hallado y me encuentra
Todo lo que quise
Pero no como quiero
Me embiste mi espejo sin romperse nada
Y mi pecho presiente que se agrieta todo
Que germinan flores junto con rastrojo
Que se marcha mi alma a cientos de kilómetros y
quiere
Verte
Atravesar la brisa que hay entre lo real y la carcoma
Y deducir con hechos lo que mi ojo asomado percibe, conectado a otra cosa que no es tangible
Una idea
Una posibilidad
Un presentimiento
Una corazonada que evito a toda costa
Como si tuviera muerto el pecho
Tras ser atravesado por una flecha de humo que purifica
Y me revive
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