Quisiera no es querer.

Lo intentaste... permanecer.
A pesar de que estábamos destinados a fracasar.
Lo intentaste... permanecer.
Aún cuando la química y la física no estaban a favor de funcionar.
Sé que me querré enamorar otra
vez;
no quiero parar de amar.
Es posible que deje de nuevo que me rompa en mil pedazos,
he aprendido a encontrar el lugar correcto para cada pieza
y rellenar los huecos de mis historias viejas con creaciones nuevas.
No quiero parar de amar y de sentir,
aunque implique sentir un poco de dolor.
Hiciste el intento.
Incluso hiciste el intento de amar.
Lo intentaste y por un momento notaste mi peligrosidad.
Te fuiste un paso hacia atrás.
"Me merezco eso y más".
¿Tienes miedo de ser amado y de amar de verdad?
Pero intentaste permanecer.
He visto cobardes besar mis pies.
Tú, te quedaste un segundo sobre mi mirada
que te desnudaba el alma y te robaba los sentidos,
un segundo sobre mis manos que intentaban sentir latidos
dentro de tu pecho,
un segundo frente a mis labios sin besarlos,
un segundo eterno para ambos.
Me esconderé de tus ojos y de tus oídos para que no te duela mi presencia.
Decidiste no amarme, pero es tu esencia la que me abraza fuertemente
mientras atravieso esa bruma de silencio...
no me dejas sola.
Quisiera no es querer.
Quisiera. Quiero. Que mi historia no fluya por tus labios,
que mis recuerdos sean incontables e irrepetibles en tu memoria,
pero, también quiero permanecer.
El mundo corre con demasiada esclavitud,
tú y yo nos apodamos libertad
mi cielo estrellado.