Si bien no hay indicaciones y reglas predeterminadas que conduzcan a la felicidad, hay conductas, que sobre una decisión positiva, fuerte y orientada (la determinación) a alcanzar tu objetivo, favorecen que ésta (la felicidad) sea un efecto colateral cotidiano, el resultado de algunas decisiones que tomamos.
Quiero compartir algunas de las reglas que, aunque no las llevo impuestas, ni me castigo si no llego a cumplir alguna, me ayudan a recordar lo importante de ser feliz y cómo llegar a serlo. No son los cinco mandamientos, son reglas personales que he decidido tomar en mi vida. Quizá en algún punto de mi existencia agregue unas cuantas más, tal vez no sea tan complicado ser feliz y el secreto de la felicidad sea revelado con mayor sencillez en un futuro no muy lejano...
Mientras eso sucede, seguiré las 5 reglas para recordar cómo ser feliz.
1.- Llenar mi vida de colores. Si hay un enorme cuarto blanco sin chiste en el que me encuentro deprimido, ausente, hastiado de la monotonía, concentrado en uno de mis problemas que no sale de mi cabeza puedo comenzar a visualizar el problema como una enorme bola roja en un cuarto blanco. Ella es llamativa, atrapa mi atención. Que debo hacer. Llenar ese cuarto blanco de cosas más llamativas y coloridas que opaquen ese sentimiento deprimente y perturbador.
2.- Ser como niños. No hay mejor remedio para el aburrimiento que la espontaneidad. Los maestros del arte son los pequeños, quienes con su habilidad son felices de manera natural, sin esfuerzo. Mucho tenemos que observarles y aprenderles, y con el tiempo y práctica tal vez los superemos, o al menos podremos jugar una batalla divertida.
3.- Apreciar el pasado. Es verdad que lo que pasó ya no puede ser cambiado, al menos no se ha descubierto cómo, pero una cosa que afirmo es que no cambiaría nada de mi vida porque me gusta la persona que he llegado a ser, a pesar de las equivocaciones cometidas, de las pérdidas importantes, el pasado me dio experiencia y conocimientos. Sin las vivencias no podría reflexionar sobre lo positivo de estar en este momento. Aún queda mucho por recorrer y el pasado fue un tramo importante de un camino, ahora sé cómo recorrer la parte que sigue, valorar mis pisadas, las personas, las palabras que digo, las acciones que irán fluyendo. No me arrepiento de nada.
4.- Amar. Regla VITAL. Está demostrado que el amor es una energía importante que mejora la salud de las personas. Si una persona no ama nada posiblemente practique el equivalente a ponerse una bolsa de plástico en el cuello para dejar de respirar. Amar mejora la salud, nos hace más bonitos (al menos eso dice quien está enamorado de nosotros). ¿Acaso eso no te recuerda cómo ser feliz? Ama algo, alguien siempre.
5.- Compartir. En mi experiencia brindando servicio a otros he sentido mayor satisfacción al hacerlo de manera desinteresada, sin esperar nada, solo porque sí. Hay tantas posibilidades de ayudar a otros, de compartir algo que tenemos. Para mejorar este mundo hay que recordar que dividir no es vencer en realidad, se necesita Solidaridad, Unión, Compartir de nosotros mismos a los demás. Dar de lo que poseemos no nos quitará nada, sino que suponiendo que las teorías que afirman que los seres humanos tenemos una conexión invisible, estaremos aplicando el bien a nosotros mismos. O como dicen, todo lo que das se regresa multiplicado. Tal vez en felicidad.
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